¿A qué huele el verano?

Una cosa es segura:

El verano huele más fuerte e intenso que otras estaciones, y el aire está lleno de aromas. Esto se debe, por un lado, a las altas temperaturas, que también mejoran el flujo sanguíneo a la nariz, con sus millones de células olfativas, y, por otro, a la actividad metabólica de las plantas y microorganismos, que producen muchas sustancias odorantes durante su maduración estival.

Con el calor, las moléculas aromáticas se abren con mucha más facilidad y liberan muchos más aromas al ambiente. La tierra, los árboles, las flores y la hierba huelen mucho más, pero incluso los excrementos de perro huelen peor en verano que en las estaciones más frías.

El verano es cuando hueles la lluvia.

Durante las lluvias de verano, los aromas —siempre que sean solubles en agua— se desprenden de las plantas y flores y llegan a nuestra nariz gracias al aumento de la humedad. Otra parte nos llega en forma gaseosa cuando las finas gotas se evaporan del asfalto caliente. Cuando la lluvia cae sobre la tierra durante un largo período seco, se crea el típico "olor a lluvia", también conocido técnicamente como "petricor". La palabra proviene del griego antiguo y está compuesta por petros (piedra) e icor (sangre de los dioses).

Especialmente después de una tormenta de verano, también se percibe el olor a ozono, que se dispersa en el aire inmediatamente después. Las descargas eléctricas en la atmósfera hacen que el oxígeno del aire se convierta en ozono, una forma del elemento químico oxígeno. El nombre ozono también proviene del griego y significa "lo que huele", y el aire suele oler más fresco y limpio.

El olor distintivo poco después de una tormenta eléctrica está relacionado con la formación de un gas específico: el ozono. Su nombre proviene del griego y significa "lo que huele". El ozono es una forma del elemento químico oxígeno.

El olor del verano para cada persona depende de sus recuerdos y del entorno en el que vive o vacaciona.

El verano huele a mil recuerdos de infancia, a buen humor, a vacaciones, a bicicletas, descapotables y motos, a trasnochar, a salchichas a la parrilla y a acampar al aire libre, a atardeceres en la montaña o junto al mar.

Pero el verano no huele igual en todas partes.

Verano en la ciudad

El verano en la ciudad huele más a polvo, escape de coche o asfalto caliente. Pero incluso en la ciudad, el verano tiene su encanto olfativo. Imagínate: estás sentado en una terraza, observando a la gente pasar, a las jóvenes con sus faldas cortas y blusas vaporosas de verano, su ligero y fresco perfume floral acariciando tu nariz. La camarera te trae un espresso aromático y, en la mesa de al lado, un gran helado de vainilla con frutas. Una ligera brisa veraniega trae a tu mesa el aroma de patatas fritas con kétchup, kebabs döner y currywurst.

Verano en el campo

En el campo, en cambio, la naturaleza suele oler a tierra cálida, a establos y estiércol de vaca, a frutas dulces, hierba y heno, a flores y hierbas como rosas y lavanda. El aire del bosque huele aún más terroso, ligeramente mohoso, y el aroma a resina también persiste.

Verano junto al mar

El aroma a orillas del mar es una mezcla incomparable de piña colada, helado de pistacho, mazorcas de maíz, protector solar, sudor y ¡aire marino salado!

Algas con mejillones y medusas pudriéndose al sol del mediodía.

Verano en la piscina al aire libre

El aroma a cloro, protector solar, patatas fritas con kétchup, hierba recién cortada, madera seca, flores, pintura fresca y, a veces, en los vestuarios, un toque de sudor.

Verano en la montaña

El aroma de una colorida pradera de montaña llena de hierbas en flor, hierba recién cortada y heno, a aire fresco y limpio. Pero también a calcetines de senderismo que ya han recorrido al menos 20 km a 25 grados Celsius a la sombra.

Verano en el sur

En el sur, el aroma del verano se percibe de forma diferente. Huele dulcemente a uvas y melocotones, delicada y seductoramente a jazmín y lavanda. A esto se suman las numerosas hierbas mediterráneas como el tomillo, el romero y la nuez moscada, así como los frescos y jugosos aromas cítricos de limón, lima y naranja. Todos ellos aportan al cálido aire veraniego un aroma único, creando una experiencia aromática inolvidable.